Si eres fanático de los postres indulgentes, este es el ideal para ti. Con una mezcla de chocolates negro y blanco, acompañado de nueces y galletas, este postre es una verdadera delicia que se derrite en la boca con cada bocado. Además, su preparación es muy sencilla y no requiere horno, lo que lo hace perfecto para un antojo rápido o para sorprender a tus seres queridos en cualquier ocasión. ¡No puedes dejar de probarlo!
Ingredientes:
- 400 g de galletas
- 120 g de nueces
- 100 g de azúcar
- 60 g de cacao en polvo
- 250 ml de leche
- 120 g de mantequilla
- 100 g de chocolate negro troceado
- 100 g de chocolate blanco troceado
- 20 ml de aceite
Modo de preparación:
- Preparar las galletas: Comienza triturando las galletas en trozos pequeños, ya sea usando un procesador de alimentos o metiéndolas en una bolsa de plástico y golpeándolas con un rodillo. La idea es que queden trozos irregulares, no completamente pulverizadas, para dar textura al postre.
- Trocear las nueces: Corta las nueces en trozos pequeños. Puedes hacerlo con un cuchillo o triturarlas ligeramente para que se mezclen bien con las galletas y el chocolate.
- Derretir el chocolate y la mantequilla: En una sartén a fuego bajo, derrite la mantequilla junto con el chocolate negro troceado, el chocolate blanco troceado y el aceite. Revuelve constantemente hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Si es necesario, añade un poco de leche para suavizar la mezcla.
- Mezclar los ingredientes secos: En un tazón grande, mezcla el cacao en polvo, el azúcar, las galletas trituradas y las nueces troceadas. Asegúrate de que todos los ingredientes secos estén bien combinados.
- Agregar la mezcla líquida: Vierte la mezcla de chocolate derretido y mantequilla sobre los ingredientes secos. Luego, agrega los 250 ml de leche y mezcla todo muy bien hasta obtener una masa espesa y uniforme.
- Formar el postre: Una vez que todos los ingredientes estén bien integrados, vierte la mezcla en un molde rectangular o en pequeños moldes individuales, presionando ligeramente para que quede compacta. Asegúrate de que la mezcla esté distribuida uniformemente en el molde.
- Refrigerar: Deja que el postre repose en la nevera durante al menos 3 horas, o hasta que esté completamente firme y refrigerado. Esto es esencial para que el postre adquiera la textura adecuada.
- Servir: Una vez que el postre esté bien refrigerado, córtalo en porciones individuales y sírvelo. Puedes decorarlo con más trozos de nueces o chocolate rallado para darle un toque adicional.
Consejos y Trucos:
- Textura del postre: Si prefieres un postre más cremoso, puedes añadir un poco más de leche a la mezcla para que quede menos firme y más suave al comer.
- Variedades de nueces: Si no tienes nueces, puedes sustituirlas por almendras, avellanas o cualquier otro fruto seco de tu preferencia.
- Toque extra: Para darle un toque aún más sofisticado, puedes cubrir el postre con una capa de chocolate derretido antes de refrigerarlo.
- Almacenaje: Este postre se conserva muy bien en la nevera por varios días. Si te sobra, guárdalo en un recipiente hermético para mantener su frescura.
Este postre es una opción irresistible que se convertirá en tu nuevo favorito. ¡No dudes en prepararlo y disfrutar de su sabor inigualable!