Esta exquisita tarta de queso sin cocción es perfecta para quienes buscan un postre elegante, fácil de preparar y con un toque afrutado. La base crujiente de galleta graham combina a la perfección con el relleno cremoso y ligero de queso y nata, y las fresas frescas le dan el toque final perfecto. Ideal para ocasiones especiales o simplemente para darte un gusto dulce.
Ingredientes
Para la base:
- 2 tazas (aprox. 200 g) de migas de galleta graham
- 1/2 taza (115 g) de mantequilla sin sal, derretida
Para el relleno:
- 690 g de queso crema, a temperatura ambiente
- 1 taza (120 g) de azúcar glas (impalpable)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 taza (240 ml) de crema espesa (nata para montar)
Para la cobertura:
- Fresas frescas al gusto (puedes usar enteras, en mitades o en láminas finas)
Instrucciones paso a paso
1. Preparar la base
- Tritura las galletas graham (puedes hacerlo con un procesador de alimentos o en una bolsa con un rodillo).
- Mézclalas con la mantequilla derretida hasta obtener una mezcla homogénea y húmeda.
- Presiona esta mezcla en el fondo de un molde desmontable (de unos 23 cm) formando una base compacta.
- Refrigera mientras preparas el relleno.
2. Preparar el relleno cremoso
- En un bol grande, bate el queso crema hasta que esté suave y sin grumos.
- Añade el azúcar glas y la vainilla, y sigue batiendo hasta que la mezcla esté homogénea y cremosa.
3. Montar la nata
- En otro bol, bate la crema espesa bien fría hasta que se formen picos firmes (textura de chantilly).
- Incorpora la nata montada a la mezcla de queso crema con movimientos envolventes, para no perder el aire y mantener la textura ligera.
4. Montaje de la tarta
- Vierte la mezcla de queso sobre la base de galleta ya fría y alisa la superficie con una espátula.
- Cubre con film transparente y refrigera durante al menos 4 horas (idealmente toda la noche) hasta que esté bien firme.
5. Decorar y servir
- Justo antes de servir, decora con las fresas frescas. Puedes distribuirlas de manera uniforme o crear un diseño artístico en la parte superior.
- Desmolda con cuidado, corta en porciones y sirve bien fría.
Consejos para un resultado perfecto
1. Usa queso crema de buena calidad:
El sabor y la textura del relleno dependen en gran parte del queso. Elige uno con buena cremosidad y sin exceso de agua.
2. Enfría bien la nata:
Para que monte correctamente, la nata debe estar muy fría. Puedes incluso enfriar el bol y las varillas antes de usar.
3. Personaliza tu decoración:
Además de fresas, puedes usar otras frutas rojas (frambuesas, arándanos), menta fresca, coulis de frutas o virutas de chocolate blanco.
4. Para una base más firme:
Puedes hornear la base durante 8-10 minutos a 180 °C antes de enfriar, aunque esto es opcional. Le dará un extra de estabilidad y sabor tostado.
5. Desmoldado perfecto:
Pasa un cuchillo por los bordes del molde antes de abrirlo, así evitarás que se agriete el relleno.
Un postre que conquista con cada bocado
La Tarta de Queso French Kiss no solo es deliciosa, sino que también tiene una presentación espectacular. Su combinación de cremosidad, dulzor suave y frescura de las frutas la convierte en la estrella de cualquier comida o celebración. Sin horno, sin complicaciones y con un resultado digno de pastelería.
¿Quieres elevar aún más esta tarta? Sirve cada porción con un poco de coulis de fresa casero o unas hojas de menta fresca. ¡Una delicia irresistible!