Pastel Sin Horno ni Harina en 15 Minutos: ¡Delicioso y Sencillo para el Té!

Si eres fan de los pasteles fáciles y rápidos, esta receta de pastel sin horno ni harina es perfecta para ti. En solo 15 minutos de preparación, tendrás un delicioso pastel con una base crujiente, una crema suave y fresca, y una cobertura de fresas que le dará el toque final. Ideal para una merienda o como postre ligero, este pastel es tan delicioso como sencillo de hacer.

Ingredientes

Para la base del pastel:

  • 150 g (5,3 oz) de galletas de mantequilla
  • 120 g (1/2 taza) de mantequilla derretida

Para la crema:

  • 200 g (1+1/3 tazas) de fresas
  • 40 g (2 cucharadas) de azúcar
  • 2 cucharaditas de jugo de limón
  • 9 g (1 cucharadita) de gelatina
  • 60 g (4 cucharadas) de leche fría
  • 300 g (1,5 tazas) de queso crema
  • 110 g (1/2 taza) de crema agria
  • 50 g (1/4 taza) de azúcar

Para la nata montada:

  • 300 g (1,5 tazas) de crema de 33% de grasa
  • 8 g (1 cucharadita) de azúcar de vainilla
  • 50 g (1/4 taza) de azúcar

Para la cobertura:

  • 300 g (2 tazas) de fresas
  • 50 g (1/4 taza) de azúcar
  • 20 g (1 cucharada) de maicena
  • 1 sobre de gelatina para tarta (12 g)
  • 300 g (2 tazas) de fresas cortadas por la mitad

Instrucciones

1. Preparar la base

  1. Tritura las galletas de mantequilla en un procesador de alimentos hasta obtener migas finas. Si no tienes procesador, puedes meter las galletas en una bolsa de plástico y machacarlas con un rodillo.
  2. En un bol, mezcla las migas de galletas con la mantequilla derretida. Revuelve bien hasta que todo esté bien combinado y las galletas estén completamente impregnadas con la mantequilla.
  3. Vierte esta mezcla en un molde de 24 cm, presionando firmemente para que quede compacta y uniforme.
  4. Lleva el molde al frigorífico durante 15 minutos para que la base se endurezca.

2. Preparar la crema

  1. Coloca las fresas en una cacerola junto con el azúcar y el jugo de limón. Cocina a fuego lento durante unos 5 minutos hasta que las fresas suelten su jugo y se forme un jarabe.
  2. Disuelve la gelatina en los 60 g de leche fría y, cuando las fresas estén cocidas, añade la mezcla de gelatina al jarabe caliente. Remueve bien y deja enfriar ligeramente.
  3. En otro bol, bate el queso crema, la crema agria y el azúcar hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
  4. Incorpora las fresas cocidas con gelatina a la mezcla de queso crema y bate hasta que todo esté bien integrado.
  5. Vierte esta mezcla sobre la base de galletas ya enfriada en el molde.
  6. Lleva el pastel al frigorífico durante 2 horas para que la crema se asiente bien.

3. Preparar la nata montada

  1. En un bol frío, bate la crema de 33% de grasa junto con el azúcar de vainilla y el azúcar hasta que la nata forme picos firmes.
  2. Una vez montada, distribuye esta nata sobre la crema que ya se ha enfriado en el molde, formando una capa suave y esponjosa.

4. Preparar la cobertura de fresas

  1. En una cacerola, combina las fresas cortadas en rodajas con el azúcar y la maicena. Cocina a fuego medio, removiendo constantemente hasta que se espese ligeramente.
  2. Disuelve el sobre de gelatina para tarta según las instrucciones del paquete y añádelo a la mezcla de fresas. Remueve bien y deja enfriar.
  3. Una vez que la cobertura esté lista, extiende las fresas cortadas por la mitad sobre la nata montada en el pastel.

5. Dejar reposar

  1. Vuelve a colocar el pastel en el frigorífico durante 2 horas más para que todos los ingredientes se asienten correctamente y el pastel adquiera una textura firme y deliciosa.

Consejos y Trucos

  • Base crujiente: Si prefieres una base más crujiente, puedes añadir un poco de almendra triturada o coco rallado a la mezcla de galletas.
  • Otras frutas: Si no tienes fresas, puedes sustituirlas por otras frutas rojas como arándanos, frambuesas o moras.
  • Gelatina: Asegúrate de disolver bien la gelatina para evitar que se formen grumos en la mezcla de fresas.
  • Tiempo de refrigeración: No omitas el tiempo de reposo en el frigorífico. Esto es esencial para que el pastel tome la consistencia adecuada.

Conclusión

Este pastel sin horno ni harina es perfecto para cualquier ocasión. Con una base crujiente, una crema suave y una cobertura fresca de fresas, tendrás un postre delicioso y sencillo que impresionará a todos. Ideal para una merienda o un evento especial, ¡no dudes en probarlo!

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