Las paletas heladas de piña con leche son una deliciosa y refrescante opción para los días calurosos. Esta receta combina el dulzor natural de la piña con la cremosidad de la leche condensada y un toque de leche entera o evaporada, logrando una textura suave y un sabor irresistible. Son fáciles de preparar, no requieren horno y encantan tanto a niños como adultos. Perfectas para servir en reuniones, disfrutar como merienda o simplemente para consentirte con un bocado tropical.
Ingredientes (métricas europeas)
- 300 g de piña fresca picada
- 120 ml de leche condensada
- 120 ml de leche entera o leche evaporada
- 50 g de azúcar blanca (ajustable al gusto)
Opcional: coco rallado para decorar y un poco de piña extra picada para añadir textura.
Instrucciones paso a paso
1. Preparar los ingredientes
Asegúrate de que la piña esté bien madura, ya que esto aportará un sabor más dulce y jugoso a tus paletas. Pela la piña y córtala en trozos pequeños hasta obtener los 300 g necesarios. Si lo prefieres, puedes reservar unos 50 g adicionales de piña picada para agregar a los moldes y así dar un toque frutal y con más textura.
2. Licuar la mezcla
Coloca en la licuadora la piña picada, la leche condensada, la leche entera o evaporada, y el azúcar. Procesa durante 1-2 minutos hasta que la mezcla esté completamente suave y homogénea.
Consejo: Si deseas una mezcla menos dulce, puedes reducir la cantidad de azúcar o eliminarla por completo si la piña está muy madura.
3. Verter en moldes
Vierte la mezcla en moldes para paletas, dejando un pequeño espacio en la parte superior para permitir que la mezcla se expanda al congelarse. Si reservaste piña extra picada, agrégala ahora a cada molde para incorporar pedacitos de fruta en el interior.
4. Congelar
Coloca los moldes en el congelador y deja que las paletas se congelen por al menos 6 horas, preferiblemente toda la noche. Asegúrate de que estén colocadas en una superficie plana para evitar que se derrame el contenido.
5. Desmoldar y servir
Una vez que estén completamente firmes, saca las paletas del congelador. Para desmoldarlas fácilmente, puedes sumergir los moldes unos segundos en agua tibia sin que entre agua en el interior. Esto hará que se desprendan con facilidad.
Si lo deseas, espolvorea coco rallado por encima antes de servir para intensificar el sabor tropical.
Consejos y trucos de cocina
1. Usa piña madura
La calidad de la piña es clave en esta receta. Una piña bien madura será más dulce, más jugosa y tendrá mejor sabor. Evita usar piña enlatada, ya que puede alterar el equilibrio de dulzor y textura.
2. Varía la leche
Puedes usar leche evaporada para una textura más densa y sabor más cremoso, o bien optar por leche de coco si deseas una versión aún más tropical y sin lactosa.
3. Endulzantes alternativos
En lugar de azúcar blanca, puedes utilizar miel, jarabe de agave o edulcorantes naturales si deseas una opción más saludable o con menor índice glucémico.
4. Molde perfecto
Si no tienes moldes específicos para paletas, puedes utilizar vasos pequeños de plástico o silicona. Cubre con papel aluminio y coloca un palito en el centro antes de congelar.
5. Decoración extra
Antes de servir, puedes sumergir las paletas en una mezcla de coco rallado y un poco de azúcar para dar una textura crujiente por fuera. También puedes bañarlas ligeramente en chocolate blanco derretido para una versión más gourmet.
Beneficios de esta receta
- Refrescante y natural: Ideal para combatir el calor sin recurrir a productos procesados.
- Fácil y rápida: Solo necesitas licuar, verter y congelar. ¡Sin complicaciones!
- Personalizable: Puedes variar los ingredientes para adaptarla a tus gustos o necesidades alimentarias.
- Económica: Con pocos ingredientes puedes preparar varias porciones.
Las paletas heladas de piña con leche son una opción deliciosa, nutritiva y muy fácil de preparar en casa. Con ingredientes sencillos y un proceso sin complicaciones, lograrás un postre refrescante que encantará a todos. Además, su presentación colorida y su sabor exótico las convierten en una excelente elección para cualquier ocasión. Prepáralas con antelación y guárdalas en el congelador para tener siempre a mano una golosina tropical, fresca y casera.