¿Buscas un postre fácil, sin horno y lleno de sabor? Este cheesecake sin cocción con crema de naranja es justo lo que necesitas. Con una base crujiente de galleta, un relleno suave y esponjoso de queso crema, y una cobertura de crema de naranja natural, este pastel es perfecto para los días calurosos o cuando quieres sorprender sin complicarte en la cocina. ¡Prepárate para disfrutar de una combinación dulce y cítrica que encantará a todos!
Ingredientes (en sistema métrico europeo)
Base:
- 200 g de galletas tipo María (también puedes usar Digestive o galletas de mantequilla)
- 100 g de mantequilla sin sal, derretida
Relleno:
- 400 g de queso crema, a temperatura ambiente
- 200 ml de nata para montar (mínimo 35 % MG)
- 100 g de azúcar blanca
- 1 sobre de gelatina neutra en polvo (aprox. 7-10 g)
- 50 ml de agua (para disolver la gelatina)
- Ralladura de 1 naranja
- Zumo de 2 naranjas medianas
Cobertura:
- Zumo de 2 naranjas
- Ralladura de media naranja
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de maicena (opcional, para espesar)
Decoración (opcional):
- Rodajas finas de naranja
- Ralladura de piel de naranja
- Hojas de menta fresca
Instrucciones paso a paso
1. Preparar la base:
- Tritura las galletas en un procesador de alimentos o metiéndolas en una bolsa y aplastándolas con un rodillo, hasta obtener migas finas.
- Mezcla las migas con la mantequilla derretida hasta obtener una mezcla húmeda y arenosa.
- Vierte la mezcla en un molde desmontable de 20–22 cm de diámetro. Presiona firmemente con el dorso de una cuchara para compactar la base.
- Refrigera mientras preparas el relleno (mínimo 20 minutos).
2. Preparar el relleno:
- En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y sin grumos.
- Monta la nata en otro recipiente, asegurándote de que esté bien fría. No la batas demasiado: debe estar firme pero no cortada.
- Incorpora la nata montada al queso crema con movimientos envolventes, para conservar el aire y la textura esponjosa.
- Calienta el zumo de naranja con la ralladura a fuego medio durante unos minutos, sin que llegue a hervir. Apaga el fuego.
- Hidrata la gelatina con los 50 ml de agua fría. Luego caliéntala brevemente en el microondas o a baño María hasta que se disuelva por completo.
- Mezcla la gelatina con el zumo de naranja caliente y remueve bien.
- Añade esta mezcla al relleno de queso poco a poco, batiendo suavemente hasta integrar todo.
3. Montaje del cheesecake:
- Saca el molde con la base del refrigerador.
- Vierte cuidadosamente el relleno sobre la base de galleta y alisa la superficie con una espátula.
- Refrigera durante al menos 4 horas, preferentemente toda la noche, hasta que esté bien cuajado.
4. Preparar la crema de naranja (cobertura):
- En una pequeña cacerola, mezcla el zumo y la ralladura de naranja con el azúcar.
- Lleva a fuego medio-bajo y cocina hasta que reduzca un poco y espese ligeramente. Si lo deseas más espeso, disuelve la maicena en una cucharada de agua fría y agrégala a la mezcla caliente.
- Cocina por unos minutos más, removiendo constantemente.
- Retira del fuego y deja enfriar completamente.
5. Decoración y presentación:
- Una vez que el cheesecake esté firme, vierte la crema de naranja sobre la superficie y distribúyela uniformemente.
- Decora con rodajas finas de naranja, ralladura o menta fresca al gusto.
- Sirve frío y disfruta de este postre fresco, elegante y fácil de preparar.
Consejos de cocina
- Gelatina neutra: Si usas gelatina en hojas, necesitarás unas 4 hojas para esta receta. Hidrátalas en agua fría durante 5-10 minutos antes de disolverlas.
- Molde desmontable: Es ideal para desmoldar fácilmente el cheesecake sin que se rompa. Puedes forrar el fondo con papel vegetal para mayor seguridad.
- Queso crema: Usa uno de buena calidad y asegúrate de batirlo bien antes de integrar los demás ingredientes. Así evitarás una textura grumosa.
- Endulzante alternativo: Puedes sustituir el azúcar por eritritol o stevia si deseas una versión baja en azúcar.
- Variedad de cítricos: Prueba usar limón en lugar de naranja para un cheesecake más ácido, o mezcla ambos para un toque complejo.
Un postre para cualquier ocasión
Este cheesecake de naranja sin horno es perfecto para celebraciones, reuniones familiares, cumpleaños o simplemente como un capricho dulce para el fin de semana. Su textura cremosa y ligera lo hace ideal después de una comida copiosa, y el sabor natural de la naranja le da un toque refrescante que encanta tanto a adultos como a niños.
Además, al ser una receta sin horno, es ideal para los meses cálidos o para quienes no disponen de mucho tiempo. Puedes prepararlo con antelación y dejarlo refrigerado hasta el momento de servir.
Variaciones creativas
- Con galletas de chocolate: Sustituye las galletas María por galletas de chocolate para una base más intensa.
- Con frutas en la cobertura: Añade frambuesas, fresas o arándanos junto con la crema de naranja para un contraste visual y de sabor.
- Mini cheesecakes individuales: Usa moldes pequeños o vasos de postre para presentar porciones individuales, perfectas para eventos o meriendas elegantes.
Conclusión
El cheesecake sin horno con crema de naranja es una receta sencilla, fresca y con un resultado espectacular. No necesitas ser un experto en repostería para lograr un postre digno de vitrina: con ingredientes básicos y un poco de paciencia, puedes preparar una tarta que cautive todos los sentidos. Su sabor cítrico, su textura suave y su color vibrante hacen de este cheesecake una opción infalible para cualquier ocasión.
¿Te gustaría que esta receta tenga una versión con chocolate blanco o sin lactosa?