El cheesecake de fresa y arándanos es una opción ideal para sorprender a tus invitados con un postre elegante y delicioso. Su combinación de frutas frescas y un suave relleno de queso crema crea una experiencia irresistible para los amantes de los postres. Esta receta es perfecta para cualquier ocasión, desde una comida en familia hasta una fiesta especial.
Ingredientes
Base:
- 200 g de galletas digestive
- 100 g de mantequilla derretida
Relleno:
- 500 g de queso crema
- 200 ml de nata líquida
- 150 g de azúcar
- 3 huevos
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 100 g de fresas trituradas
- 100 g de arándanos triturados
Cobertura:
- 100 g de fresas frescas
- 100 g de arándanos frescos
- 50 g de azúcar
Instrucciones Paso a Paso
1. Preparación de la Base
Comienza triturando las galletas digestive hasta que tengan una textura fina. Puedes hacerlo en un procesador de alimentos o, si no tienes, metiéndolas en una bolsa de plástico y machacándolas con un rodillo. Una vez trituradas, mézclalas bien con la mantequilla derretida hasta obtener una masa homogénea.
A continuación, coloca esta mezcla en un molde desmontable de aproximadamente 23 cm de diámetro. Extiende bien la mezcla para cubrir toda la base del molde y presiona firmemente para que quede compacta. Hornea la base en el horno precalentado a 180°C durante 10 minutos. Luego, retírala del horno y deja que se enfríe completamente.
2. Preparación del Relleno
Mientras la base se enfría, comienza a preparar el relleno. En un bol grande, bate el queso crema junto con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición para que se integren perfectamente.
Incorpora la nata líquida y la cucharadita de extracto de vainilla, batiendo nuevamente hasta que todo esté bien combinado. Finalmente, agrega las fresas y los arándanos triturados, asegurándote de mezclar todo uniformemente.
3. Montaje del Cheesecake
Vierte la mezcla de relleno sobre la base de galleta ya enfriada, nivelando la superficie con una espátula para que quede uniforme. Hornea el cheesecake en el horno precalentado a 160°C durante 50 minutos. Pasado este tiempo, apaga el horno y deja el cheesecake dentro con la puerta entreabierta durante unos 30 minutos para que se enfríe gradualmente.
Una vez enfriado, retira el cheesecake del horno y deja que se enfríe completamente a temperatura ambiente antes de meterlo en la nevera. Es recomendable dejarlo reposar en la nevera durante al menos 4 horas, o incluso mejor, toda la noche, para que se asiente bien.
4. Preparación de la Cobertura
Para la cobertura, coloca las fresas y los arándanos frescos en una cacerola junto con el azúcar. Cocina a fuego medio durante unos 10 minutos, o hasta que las frutas se ablanden y suelten su jugo. Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue.
Una vez que la mezcla haya alcanzado una consistencia espesa y las frutas estén bien cocidas, retira del fuego y deja enfriar completamente. Esta salsa de frutas no solo aportará un sabor fresco y natural, sino que también añadirá un toque de color vibrante al cheesecake.
5. Decoración y Servido
Cuando el cheesecake esté completamente enfriado, retíralo del molde desmontable y colócalo en un plato de presentación. Vierte la cobertura de fresas y arándanos sobre la parte superior, extendiéndola uniformemente.
Este cheesecake es perfecto para servir como postre en reuniones familiares, cenas especiales o incluso para disfrutarlo en un día de verano. Su sabor refrescante y su textura cremosa te dejarán sin palabras.
Consejos y Trucos para un Cheesecake Fresa Perfecto
- Base crujiente: Si prefieres una base más firme y crujiente, puedes añadir un poco más de mantequilla derretida a la mezcla de galletas.
- Sin galletas digestive: Si no encuentras galletas digestive, puedes usar galletas tipo María o incluso galletas integrales como alternativa.
- Textura cremosa: Es importante batir bien el queso crema y los huevos para evitar que queden burbujas de aire, lo que puede afectar la textura final del cheesecake.
- Sabor de la fruta: Puedes experimentar con otras frutas como frambuesas o moras si prefieres un sabor diferente en la cobertura.
- Dejar enfriar lentamente: Después de hornear el cheesecake, es fundamental dejarlo enfriar gradualmente dentro del horno para evitar que se agriete por un enfriamiento rápido.
- Tiempo de reposo: Deja que el cheesecake repose en la nevera el mayor tiempo posible antes de servirlo, para que se asiente mejor y tenga una textura más firme.
Conclusión
El cheesecake de fresa y arándanos es un postre perfecto para cualquier ocasión especial. Su sabor suave y afrutado, junto con su textura cremosa, lo convierten en una opción ideal para quienes buscan una receta fácil pero impresionante. Siguiendo estos simples pasos, puedes crear un postre que deleitará a todos tus invitados y dejará un recuerdo inolvidable.