La tarta de queso con fresas es uno de los postres más amados y versátiles de la repostería internacional. Su textura cremosa, su sabor delicado y la frescura de las fresas hacen de este pastel una opción perfecta para cualquier celebración o como capricho dulce al final de una comida. Esta receta casera es fácil de preparar, no requiere ingredientes difíciles de encontrar y garantiza resultados espectaculares desde el primer intento.
A continuación, te presentamos una guía completa y detallada para preparar una deliciosa tarta de queso con fresas al estilo clásico, optimizada para motores de búsqueda y perfecta para impresionar a todos tus invitados.
Ingredientes (para 12 porciones)
Para la base:
- 200 g de galletas tipo Digestive o galletas Graham trituradas
- 115 g de mantequilla sin sal, derretida
1-Para el relleno:
- 680 g de queso crema, a temperatura ambiente
- 200 g de azúcar blanco
- 240 ml de crema agria
- 3 huevos grandes
- 10 ml de extracto de vainilla
- 60 ml de nata para montar
Para la cobertura:
- 2 tazas de fresas frescas (aproximadamente 300 g), lavadas, sin hojas y cortadas en láminas
- 80 g de mermelada de fresa
Cómo hacer tarta de queso con fresas paso a paso
Paso1: Preparar la base
- Precalentar el horno a 163°C (325°F). Engrasa ligeramente un molde desmontable de 23 cm de diámetro.
- Tritura las galletas hasta obtener migas finas. Puedes usar un procesador de alimentos o colocar las galletas en una bolsa hermética y machacarlas con un rodillo.
- Mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida hasta que estén completamente humedecidas.
- Presiona la mezcla en el fondo del molde, formando una capa uniforme y compacta. Usa el dorso de una cuchara para ayudar.
- Hornea la base durante 10 minutos. Retira del horno y deja enfriar mientras preparas el relleno.
Paso2: Preparar el relleno cremoso
- Bate el queso crema en un bol grande hasta que esté suave y sin grumos.
- Añade el azúcar y mezcla hasta que se integre completamente.
- Incorpora la crema agria y continúa batiendo hasta obtener una mezcla homogénea.
- Agrega los huevos uno a uno, batiendo ligeramente después de cada adición. No sobrebatas para evitar incorporar demasiado aire.
- Incorpora la vainilla y la nata y mezcla suavemente hasta integrar.
- Vierte el relleno sobre la base ya horneada y alisa la superficie con una espátula.
Paso 3: Hornear la tarta
- Hornea la tarta en el horno precalentado durante 55 a 60 minutos, o hasta que los bordes estén firmes y el centro ligeramente tembloroso.
- Apaga el horno y deja la tarta dentro con la puerta entreabierta durante 1 hora para evitar que se agriete.
- Retira la tarta del horno, deja enfriar a temperatura ambiente, y luego refrigera durante al menos 4 horas, idealmente toda la noche.
Paso 4: Preparar la cobertura
- Calienta ligeramente la mermelada de fresa en el microondas o en una cacerola pequeña hasta que esté líquida.
- Distribuye la mermelada sobre la superficie de la tarta ya fría, formando una capa uniforme.
- Coloca las fresas laminadas encima, cubriendo toda la superficie de manera decorativa.
Consejos y trucos para una tarta de queso con fresas perfecta
1. Usa ingredientes a temperatura ambiente
Para una textura suave y sin grumos, es esencial que el queso crema, los huevos y la crema estén a temperatura ambiente antes de comenzar a batir.
2. No sobrebatas la mezcla
Incorporar demasiado aire al batir puede hacer que la tarta suba y luego se agriete al enfriarse. Mezcla lo justo hasta integrar los ingredientes.
3. Hornea con técnica
Si tienes tiempo, puedes hornear la tarta en baño María para una textura aún más sedosa. Simplemente coloca el molde dentro de una bandeja más grande con agua caliente y hornea como se indica.
4. Enfría lentamente
Dejar la tarta dentro del horno apagado y luego refrigerarla durante varias horas permite que se asiente correctamente y evita que se agriete.
5. Decora con creatividad
Puedes añadir hojas de menta, ralladura de limón o frutos rojos adicionales para realzar el sabor y la presentación del postre.
Cómo conservar la tarta de queso con fresas
Guarda la tarta en el frigorífico dentro de un recipiente hermético. Se conserva perfectamente durante 3 a 4 días. Si lo deseas, puedes congelarla sin las fresas frescas por encima, y añadirlas después de descongelar.
Para congelarla, envuelve bien la tarta en film transparente y luego en papel de aluminio. Al descongelar, déjala en el refrigerador durante varias horas o toda la noche.
Por qué esta receta de tarta de queso con fresas te encantará
- Sabor auténtico: el equilibrio entre dulzor, acidez y cremosidad es perfecto.
- Textura sedosa: cada bocado se derrite en la boca gracias al queso crema y la nata.
- Presentación elegante: ideal para cumpleaños, aniversarios o cualquier ocasión especial.
- Fácil de hacer: no necesitas ser experto en repostería para lograr un resultado de pastelería profesional.
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Esta receta de tarta de queso con fresas es todo lo que buscas en un postre: elegante, delicioso, fácil de preparar y con un resultado que siempre deja una sonrisa en quien lo prueba. Ideal para cualquier temporada, esta tarta combina lo mejor de la repostería clásica con la frescura natural de la fruta. ¿Te animas a prepararla?