¿Buscas una tarta de queso que no solo se vea espectacular, sino que también tenga un sabor inolvidable? Esta Tarta de Queso con Remolino de Fresa es la opción perfecta. Su base crujiente, el relleno ultra cremoso y el toque frutal del remolino de fresas frescas o congeladas la convierten en un postre ideal para cualquier ocasión especial… o simplemente para darte un capricho.
Descubre paso a paso cómo preparar esta delicia en casa con ingredientes fáciles de conseguir y en medidas europeas. Este postre no solo será el favorito de todos, sino que además está optimizado para buscadores, por lo que encontrarás todo lo que necesitas para prepararlo con éxito.
Ingredientes
Para la base:
- 150 g de galletas tipo Digestive (trituradas finamente)
- 50 g de azúcar blanco
- 115 g de mantequilla sin sal (derretida)
Para el relleno de queso:
- 450 g de queso crema (a temperatura ambiente)
- 100 g de azúcar blanco
- 2 huevos grandes
- 120 g de crème fraîche o nata agria
- 60 ml de nata líquida (para montar)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el remolino de fresa:
- 150 g de fresas frescas o congeladas (picadas)
- 50 g de azúcar blanco
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 cucharada de maicena (mezclada con 1 cucharada de agua)
Preparación paso a paso
1. Preparar la base
- Precalienta el horno a 163°C y engrasa un molde desmontable de 23 cm de diámetro.
- En un bol, mezcla las galletas trituradas con el azúcar y la mantequilla derretida hasta obtener una mezcla húmeda y arenosa.
- Vierte la mezcla en el molde y presiona firmemente con el dorso de una cuchara o vaso para formar una base uniforme.
- Hornea durante 8 a 10 minutos. Luego retira del horno y deja enfriar completamente.
2. Hacer el remolino de fresa
- En un cazo pequeño, añade las fresas, el azúcar y el zumo de limón.
- Cocina a fuego medio durante 5-7 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que las fresas se deshagan y suelten sus jugos.
- Incorpora la mezcla de maicena con agua y cocina por 2-3 minutos más, hasta que la salsa espese.
- Retira del fuego y deja enfriar completamente.
3. Preparar el relleno de queso
- En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una textura suave y sin grumos.
- Añade los huevos uno a uno, batiendo bien tras cada incorporación.
- Incorpora la crème fraîche, la nata líquida y el extracto de vainilla. Mezcla hasta obtener una crema homogénea.
- Vierte el relleno sobre la base ya enfriada y alisa la superficie con una espátula.
4. Crear el remolino
- Una vez que la salsa de fresas esté fría, coloca cucharadas pequeñas sobre la superficie del relleno.
- Con un palillo o cuchillo fino, realiza movimientos suaves para formar un efecto de remolino, sin mezclar completamente.
5. Hornear la tarta
- Hornea la tarta durante 45-50 minutos, hasta que los bordes estén firmes pero el centro aún se vea ligeramente tembloroso.
- Apaga el horno, deja la puerta entreabierta y permite que la tarta se enfríe dentro durante 30 minutos.
- Luego, saca la tarta del horno y deja que se enfríe a temperatura ambiente.
- Refrigera al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche, antes de desmoldar y servir.
Consejos y trucos para un cheesecake perfecto
- Usa ingredientes a temperatura ambiente: Esto ayuda a que la mezcla de queso sea más suave y evita grumos.
- No sobrebatas la mezcla: El exceso de aire puede provocar grietas durante el horneado.
- Hornea al baño maría si lo deseas: Para una textura aún más sedosa y para evitar que se agriete la superficie.
- Refrigeración prolongada: Aunque la espera sea difícil, dejar la tarta en el frigorífico durante varias horas mejora notablemente la textura y el sabor.
- Fresas de calidad: Puedes usar fresas congeladas, pero si están de temporada, las fresas frescas aportan más aroma y color.
Cómo servir y conservar
Sirve esta tarta de queso bien fría, decorada con más fresas frescas o un hilo extra de la salsa de remolino que hayas reservado. Acompáñala con una taza de café o un espumoso suave si quieres llevarla al siguiente nivel.
Se conserva perfectamente en el frigorífico hasta 4 días, bien tapada. También puedes congelarla (sin decoración) hasta por 1 mes. Solo deja que se descongele lentamente en la nevera antes de servir.
Por qué te encantará esta receta
Esta Tarta de Queso con Remolino de Fresa combina lo mejor de un postre clásico con un toque frutal irresistible. Su textura cremosa, la base crujiente y el colorido remolino la convierten en un espectáculo visual y gustativo. Perfecta para cumpleaños, cenas especiales o simplemente para darte un gusto.