Las costillas a la parrilla con adobo son el plato perfecto para cualquier ocasión. Con un toque de adobo aromático y un sabor inconfundible, esta receta no solo es fácil de preparar, sino que también garantiza una comida deliciosa y jugosa. Ya sea para un día festivo o una reunión con amigos, estas costillas a la parrilla se roban el protagonismo en la mesa. A continuación, te mostramos cómo preparar esta receta irresistible.

Ingredientes (para 4 personas):
- 1 kg de costillas de cerdo
- 1/2 taza de adobo (puede ser en pasta o en polvo)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Jugo de 1 limón
- Sal al gusto
Instrucciones:
Paso 1: Preparar el adobo
En un tazón grande, mezcla el adobo con el aceite de oliva y el jugo de limón. Asegúrate de que todos los ingredientes se integren bien. El adobo será el encargado de darle sabor y suavizar la carne, por lo que es importante que la mezcla esté homogénea.
Paso 2: Marinar las costillas
Unta las costillas de cerdo con la mezcla de adobo, asegurándote de cubrir bien toda la superficie de la carne. Una vez que las costillas estén completamente cubiertas, cubre el tazón con plástico adherente o colócalas en una bolsa con cierre hermético. Deja marinar durante al menos 2 horas, aunque lo ideal es dejarlas toda la noche en el refrigerador para que absorban todos los sabores del adobo.
Paso 3: Precalentar la parrilla
Antes de comenzar a cocinar, asegúrate de que la parrilla esté bien caliente. Precalienta a temperatura media-alta. Si usas una parrilla a gas, ajusta la temperatura a 180°C. Si utilizas una parrilla de carbón, asegúrate de que las brasas estén listas.
Paso 4: Cocinar las costillas
Coloca las costillas en la parrilla caliente y cocina durante 30-40 minutos. Es importante voltear las costillas regularmente para asegurarse de que se cocinen de manera uniforme y no se quemen. Para lograr costillas jugosas y tiernas, asegúrate de no sobrepasar el tiempo de cocción, ya que la carne puede secarse. La carne debe desprenderse fácilmente del hueso cuando esté lista.
Paso 5: Servir
Una vez que las costillas estén cocidas, retíralas de la parrilla y deja reposar unos minutos antes de cortarlas. Sirve las costillas con tus guarniciones favoritas, como papas asadas, ensaladas frescas o vegetales al grill.
Consejos y Trucos para unas Costillas Perfectas:
- Marinado largo: Cuanto más tiempo dejes marinar las costillas, mejor será el sabor. De ser posible, marina las costillas durante toda la noche para que los sabores penetren en la carne de manera más profunda.
- Temperatura de la parrilla: Mantén una temperatura constante en la parrilla. Un fuego demasiado fuerte puede quemar las costillas por fuera antes de que se cocinen por dentro. Es preferible cocinar a fuego medio para que se cocinen lentamente y con uniforme.
- Uso de termómetro: Si no estás seguro de si las costillas están cocidas, usa un termómetro de cocina. La temperatura interna ideal para las costillas de cerdo es de 70°C. Esto garantizará que la carne esté perfectamente cocida y jugosa.
- Ajuste de adobo: Si prefieres un sabor más picante, puedes agregar más adobo o incluir algunos ingredientes adicionales, como ajo picado, pimentón o incluso un toque de miel para equilibrar los sabores.
- Reposar antes de servir: Deja reposar las costillas por unos minutos después de sacarlas de la parrilla. Esto permite que los jugos se redistribuyan y la carne se mantenga tierna y jugosa.
¿Qué acompañamientos servir con las costillas a la parrilla?
Las costillas a la parrilla son deliciosas por sí solas, pero si deseas acompañarlas con algo, te sugerimos opciones frescas y ligeras como una ensalada de pepino y tomate o una ensalada coleslaw. También puedes acompañarlas con papas al horno o unas mazorcas de maíz a la parrilla.
Conclusión
Las costillas a la parrilla con adobo son una excelente opción para cualquier ocasión. Con su combinación de sabores y su textura jugosa, este plato será un éxito seguro entre tus amigos y familiares. Sigue estos sencillos pasos y disfrutarás de unas costillas a la parrilla deliciosas que harán que todos pidan más. ¡No olvides dejar que el adobo haga su magia y que la parrilla haga su trabajo!