Si eres amante del chocolate y te fascinan los sabores exóticos, el Pastel “Chocolate Dubai” será tu nueva tentación favorita. Esta receta combina un bizcocho húmedo y esponjoso de cacao con una capa crujiente de masa kataifi y pistacho, y una crema suave de mantequilla y leche condensada. El glaseado de chocolate le da el toque final perfecto. Un postre ideal para ocasiones especiales o para deleitarse sin motivo alguno.
Ingredientes
1-Para el bizcocho:
- 255 g de harina
- 45 g de cacao en polvo sin azúcar
- 3 g de bicarbonato de sodio
- 5 g de levadura química
- 3 huevos
- 225 g de azúcar
- 225 ml de kéfir natural
- 150 ml de agua hirviendo
- 115 g de aceite vegetal neutro
2-Para la capa crujiente “Dubai”:
- 250 g de masa kataifi (puedes encontrarla en tiendas de productos orientales o especializadas)
- 50 g de mantequilla derretida
- 200 g de pasta de pistacho
3-Para la crema:
- 200 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 200 g de leche condensada
4-Para el glaseado:
- 50 g de chocolate negro o con leche
- 50 g de mantequilla
Preparación paso a paso
1. Preparar el bizcocho de cacao
- Precalienta el horno a 180°C (calor arriba y abajo).
- En un bol, tamiza la harina, el cacao, el bicarbonato y la levadura química.
- En otro recipiente, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y se vuelva espumosa.
- Incorpora el kéfir y el aceite. Mezcla bien.
- Añade poco a poco los ingredientes secos a la mezcla líquida y remueve hasta integrar.
- Finalmente, añade el agua hirviendo poco a poco, mezclando suavemente hasta obtener una masa homogénea.
- Vierte la mezcla en un molde redondo (20–22 cm) engrasado y enharinado. Hornea durante 35–40 minutos o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio.
- Deja enfriar completamente antes de desmoldar.
2. Preparar la capa crujiente “Dubai”
- Desmenuza la masa kataifi con las manos hasta que esté bien separada.
- Mezcla con la mantequilla derretida y hornea en una bandeja a 180°C durante 10–15 minutos, removiendo a mitad del tiempo, hasta que esté dorada y crujiente.
- Deja enfriar y mezcla con la pasta de pistacho. Reserva.
3. Preparar la crema de mantequilla
- Bate la mantequilla hasta que esté suave y esponjosa.
- Añade la leche condensada poco a poco y sigue batiendo hasta obtener una crema suave, sin grumos.
4. Preparar el glaseado de chocolate
- Derrite el chocolate junto con la mantequilla a baño maría o en el microondas a intervalos cortos, mezclando bien hasta que quede liso y brillante.
- Deja templar unos minutos antes de usar.
5. Montar el pastel
- Corta el bizcocho por la mitad horizontalmente (opcional si quieres dos capas).
- Unta una capa de crema sobre la base del bizcocho.
- Añade una capa uniforme de la mezcla crujiente de kataifi y pistacho.
- Si hiciste dos capas de bizcocho, cubre con la otra mitad y repite el proceso.
- Cubre todo el pastel con el resto de la crema de mantequilla.
- Vierte el glaseado de chocolate sobre la parte superior del pastel, dejando que caiga ligeramente por los bordes.
- Refrigera durante al menos 1 hora antes de servir para que se asienten bien las capas.
Consejos y trucos para un resultado perfecto
- Masa kataifi: Si no encuentras esta masa, puedes sustituirla por fideos finos (tipo cabello de ángel) ligeramente tostados con mantequilla, aunque la textura no será idéntica.
- Kéfir: Aporta una humedad especial al bizcocho. Si no tienes, puedes usar yogur natural sin azúcar como alternativa.
- Pasta de pistacho: Asegúrate de que sea 100% natural para un sabor auténtico. También puedes prepararla triturando pistachos tostados sin sal con un poco de aceite neutro hasta formar una pasta.
- Decoración: Espolvorea pistachos picados sobre el glaseado para un acabado más atractivo y elegante.
- Conservación: Guarda el pastel en el frigorífico y consúmelo en un máximo de 4–5 días. Sácalo 15 minutos antes de servir para que recupere su textura óptima.
Este Pastel “Chocolate Dubai” es una verdadera joya repostera, perfecta para sorprender a tus invitados o para darte un capricho gourmet. Su combinación de texturas —esponjosa, cremosa y crujiente— junto con los sabores intensos del chocolate y pistacho, lo convierten en un postre inolvidable.